En el vídeo nos sugiere que tenemos bastante interiorizado como sociedad, que los problemas relacionados con la ansiedad (es decir el malestar que nos generan situaciones en las que no tenemos certeza de lo que ocurrirá o percibimos escasa posibilidad de control) se abordan fácilmente con un enfoque médico, concretamente farmacológico; evidentemente, este abordaje tiene efectos rápidos y eficaces sobre la sintomatología fisiológica y por ende en malestar percibido. Sin embago, como bien refleja el video de Antonio Cano, los efectos a medio y largo plazo sobre calidad de vida y bienestar son escasos, muy inferiores a los efectos de la terapia, y además, con un elevado coste para el sistema de salud por la alta cronificación de los problemas bajo el enfoque exclusivamente farmacológico.